El local está situado con frente a una plaza exclusivamente peatonal, y justo delante de un parque infantil, por lo que se decidió diseñar una fachada muy transparente que invitase a entrar y a su vez poder mantener control visual con la zona de juegos exterior. Además, la chocolatería goza también de una terraza con mesas exteriores en la plaza.
Los clientes nos pidieron que la chocolatería fuera un lugar acogedor y confortable que permitiera disfrutar de batidos, pasteles, cafés y sobretodo de chocolate, tanto en el interior como en la terraza exterior.
Se decidió utilizar materiales y acabados cálidos, con tonos marrones relacionados con la elaboración del chocolate. El local, de dimensiones muy reducidas, se distribuye en una zona de venta al público, con un banco y unos taburetes, un par de mesas para la degustación, un mostrador, un almacén y el servicio.