La vivienda a reformar está situada en la tercera planta de un bloque plurifamiliar y goza de una terraza y un trastero ubicados en la cubierta del edificio, con acceso a partir de las escaleras comunitarias del bloque.

El objetivo principal de la reforma interior fue la abertura de una nueva escalera interior que permitiese comunicar directamente la vivienda con la terraza y el trastero. Además, se substituyó todo el pavimento de la vivienda y se reformó el recibidor, la cocina, los baños y la zona de paso y acceso a una de las habitaciones.

La nueva escalera de caracol adapta su dimensión y posición con el fin de minimizar el impacto sobre la estructura del forjado existente. Con la intención de dotar de mayor amplitud al recibidor y aprovechar todo el espacio disponible, se decidió unificarlo con el salón, derribando parcialmente el tabique que dividía los dos espacios.

Los clientes quisieron mantener la cocina cerrada respecto el salón, pero se propuso colocar una franja de cristal en la parte superior del tabique y así dar continuidad visual a todo el conjunto.

El nuevo pavimento, de tonos más claros y uniforme que el terrazzo original, así como la substitución de las carpinterías interiores de madera marrón oscura por carpinterías lacadas blancas y la nueva iluminación tipo LED encastada al techo, otorgan mayor amplitud y luminosidad a la vivienda y en especial a los pasos interiores.

El objetivo de la intervención en los baños era poder tener acceso a la bañera desde ambos baños. Se optó por modificar la posición de los sanitarios de un baño para que la bañera de uno de los baños y la ducha del otro quedasen de lado, y substituir el tabique que los separaba por una mampara de cristal corredera.

En relación a los acabados, los clientes tuvieron muy claro que querían mobiliario oscuro con elementos rojos que destacasen en el espacio. En la cocina se incorporó el rojo en todo el frontal de la encimera. En los baños, se traduce en un elemento lineal que funciona como estante.